Existen varias pruebas para el diagnóstico de la alteración en la visión de los colores, pero la más utilizada es la prueba de ISHIHARA, que sólo detecta los defectos rojo-verde.
Para realizar la prueba correctamente, se deberían dar las siguientes condiciones: - Iluminación natural.
- 75 cm de distancia entre los ojos y las láminas.
- Emplear menos de 5 segundos en cada una de ellas.
Ante la duda o el error en alguna de estas láminas se debería realizar el estudio completo (38 láminas) u otras pruebas más complejas.
Se muestra a niños de 3 a 5 años. Se les pide que sigan el camino con la punta del dedo. La lámina de la izquierda es identificada por todo el mundo. Las otras dos no permiten que las personas que tienen alteraciones en la visión de los colores puedan seguir bien la línea.
Se muestra a partir de los 5 años. Se pide a los niños que digan lo que ven. El primer número es identificado por todos. Los otros dos no pueden ser vistos por alguien con este trastorno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario